Las representaciones de la juventud en el pentecostalismo chileno se vinculan a tres dimensiones. La primera se refiere a la construcción institucional de la juventud en donde aparecen tres aspectos: la juventud como una etapa de belleza fugaz; el énfasis y recreación de espacios de participación para los jóvenes que implican ritualidades de esfuerzo y resistencia física como forma de preparación social; y una diferenciación sexual sobre la juventud en que las exigencias a los hombres se dirigen hacia el dominio de su carácter y las mujeres al control de su cuerpo. En un segundo nivel encontramos una reinvención social de los jóvenes pentecostales. En esta dimensión los jóvenes pentecostales representan su juventud como tiempos simbólicos en donde aparecen dos temporalidades: tiempo áureo y tiempo contingente. Por último, tanto los modelos como las metas, propuestas a la juventud de esta época, estaban referidos a tres tipos de trabajo religioso: pastor, predicador y profesor de enseñanza bíblica. Trabajos que estaban al alcance de hombres y mujeres. Ésta es la Generación P propuestas como recursos de movilidad social que se les presentaban a estos jóvenes, que no encontraban en otra parte, generaron espacios de participación y la aparición de líderes que hicieron del pentecostalismo chileno entre los más exitosos de América Latina.
Palabras clave:
sociología de la juventud, jóvenes, pentecostalismo
Ángel Mansilla, M., & Llanos Aguilera , L. (2020). La generación p. Las representaciones de los jóvenes en el pentecostalismo chileno en la primera mitad del siglo XX. Última Década, 18(33), 169–200. Recuperado a partir de https://congresotransporte.uchile.cl/index.php/UD/article/view/56083